lunes, 1 de febrero de 2010

Breve Resumen del Club de los Viernes Argot del 29 de enero de 2010

Breve Resumen del Club de los Viernes de Argot del 29 de enero de 2010-02-01

Comentamos las bases del Club de Lectura.

¿Qué hicimos?

1. Se comienza la tarde con la presentación de los asistentes y moderador (Ricardo Acevedo y Carmen R. Signes), se les da la bienvenida y se agradece la incorporación al Club de los nuevos miembros.

2. Se comentan las bases del Premio “Alconétar” de historias locales de Extremadura que son éstas:

3. Se recuerda el sofá del lector Argot. 2 a 5 café por leer 10 minutos un libro que se te obsequia. Miércoles a las 18:00h. Así que escritores; si queréis que vuestros libros estén en nuestro escaparate, sean leídos y regalados al lector fiel, pues ya sabéis…

4. Se lanza la propuesta a Sergio, nuestro más joven integrante, para que estudie la posibilidad de realizar un club de lectura Argot “Junior”, para que ejerza las veces de moderador o co-moderador. Él parece animado a hacerlo, pero se confirmará en los próximos días..

5. Se comenta el sorteo de un libro que se está promocionando en el periódico Las Provincias de Castellón todos los viernes. Tenéis que cortar el cupón que aparece en el apartado de cultura y enviar un e-mail para entrar en el sorteo del libro. La reseña del libro es colaborativa, si alguien quiere hacer la reseña de 10 líneas de la próxima semana, su libro y su nombre aparecerán en Las Provincias, seguido de Librería Argot.

6. El 11 de febrero (jueves), se presentará aquí mismo a las 19:00h el libro “Sufaces/Superficies” de Mary Farell e ilustraciones de Mabel Ramos, se contará para la presentación con Margarita Porcar, vice directora de cultura de la UJI y Rosalía Torrent, coordinadora del Institut Universitari d’Estudis Feministes i de Génere.

7. El 13 sábado a las 12:30h, presentación y firma del libro “El Dorado” de Robert-Juan Cantavella (Editorial Mondadori) y “Los Bosques de Upsala” de Álvaro Colomer (Editorial Alfaguara). Y estará todo el día con nosotros el autor castellonense Eloy Moreno, firmando ejemplares de su novela “El bolígrafo de gel verde”.
Notas: http://www.barcelonareview.com/35/s_rjc_cuatro.htm
Robert Juan-Cantavella (Almassora, 1976) es autor de la novela Otro (Laia Libros, Barcelona, 2001) y redactor de la revista Lateral. Sus relatos han sido publicados en las revistas Rojo, Lateral, y Dogma, y en Narratives 1996/2001 (UJI, Castelló, 2003). Actualmente trata de sacar adelante un tesis doctoral sobre la poesía objetual de Joan Brossa.

8. El jueves 25 a las 7:00h, presentación del libro “Enfermedades raras” en homenaje al Día Mundial de las Enfermedades Raras (FEDE) el 28 de febrero.

9. Viernes 26 a las 6:00h el Club de los viernes Argot. Y a las 7:00h presentación y firma del libro “Tengo que decirte algo” escrito por Amparo Peris, y presentado por Rosario Raro. La novela “Tengo que decirte algo”, trata todos los temas actuales del siglo XXI, como la especulación y la consecuente crisis del ladrillo. También hay historias de amor en Valencia y en la isla griega de Rodas. Es una novela moderna y muy vital, así que no os la podéis perder.

10. Ricardo comienza su exposición sobre la creación del cuento, para lo cual saca a debate el texto de Horacio Quiroga “Decálogo del perfecto cuentista”.
Que encontraréis aquí:

Decálogo del perfecto cuentista Horacio Quiroga

I
Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo.
II
Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.
III
Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia
IV
Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V
No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI
Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII
No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII
Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX
No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino
X
No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.

Tras su lectura el debate se pone interesante, pues entre otros temas deriva en una discusión sobre las creencias del autor, y en otro sobre la verdadera vigencia de dichos dogmas, enfrentados con los verdaderos sentimientos del creador. Sin duda un tema para debatir más largamente, pues genera variadas opiniones.

11. Otro de los temas candentes que surge, es el de los editores y sobre los preceptos que ellos emplean a la hora de aceptar originales.

12. Se recomienda el libro 90 historias en viñetas, que surge tras la charla que se crea, en la que se valora la dificultad de contar en pocas palabras, tal y como se hace en el micro cuento, sobre el que se valora, a la hora de facilitar la expresión, por esa comunicación directa y efectista de sus textos.

13. El debate deriva en la necesidad para los creadores de recibir críticas no destructivas sobre su trabajo, el no empleo abusivo de adjetivos, algo que en el caso Lovecraft supuso que sus textos asusten menos de lo que él pretendía. Se recomienda también la lectura en voz alta de lo que se crea, pues al hacerlo somos más conscientes de lo que se ha creado. Al mismo tiempo se invita a leer de igual modo a los grandes escritores, pues es entonces cuando somos conscientes de la redondez y perfección de sus textos, del porqué han llegado hasta nosotros.

14. Comentamos también el diálogo, como un ejercicio interesante de escritura.

15. Ricardo continúa comentando el método de escritura de Asimov, y los otros diferentes tipos de narradores: el omnisciente, el protagonista, y el deficiente.

16. Otro de los temas interesantes que surgieron, fue el comentario sobre que los grandes guionistas de cine de los setenta, acabaron convirtiéndose en buenos escritores. Es entonces cuando entre a debate el tema sobre el cine y la literatura, comentando como tema principal el cine de terror que acaba siendo para el espectador, o el lector en el caso de los libros, una catarsis, debido según se comenta, a las carencias que nuestra forma de vida nos produce.

17. A continuación Carmen lee el cuento del escritor guatemalteco Augusto Monterroso (1921-2003), extraído del libro “La oveja negra y otros cuentos”, titulado “La onda de David”, que gustó mucho, y que despertó el interés de los presentes, que no conocían al autor del famoso micro cuento “El dinosaurio”, sobre él y su obra, que fue gratamente recomendada.

La honda de David

Augusto Monterroso

Había una vez un niño llamado David N., cuya puntería y habilidad en el manejo de la resortera despertaba tanta envidia y admiración en sus amigos de la vecindad y de la escuela, que veían en él -y así lo comentaban entre ellos cuando sus padres no podían escucharlos- un nuevo David.
Pasó el tiempo
Cansado del tedioso tiro al blanco que practicaba disparando sus guijarros contra latas vacías o pedazos de botella, David descubrió que era mucho más divertido ejercer contra los pájaros la habilidad con que Dios lo había dotado, de modo que de ahí en adelante la emprendió con todos los que se ponían a su alcance, en especial contra Pardillos, Alondras, Ruiseñores y Jilgueros, cuyos cuerpecitos sangrantes caían suavemente sobre la hierba, con el corazón agitado aún por el susto y la violencia de la pedrada.
David corría jubiloso hacia ellos y los enterraba cristianamente.
Cuando los padres de David se enteraron de esta costumbre de su buen hijo se alarmaron mucho, le dijeron que qué era aquello, y afearon su conducta en términos tan ásperos y convincentes que, con lágrimas en los ojos, él reconoció su culpa, se arrepintió sincero y durante mucho tiempo se aplicó a disparar exclusivamente sobre los otros niños.
Dedicado años después a la milicia, en la Segunda Guerra Mundial David fue ascendido a general y condecorado con las cruces más altas por matar él solo a treinta y seis hombres, y más tarde degradado y fusilado por dejar escapar con vida una Paloma mensajera del enemigo.

18. Otro de los temas tratados para la escritura, es la posibilidad de cambiar el ambiente de una historia conocida a otro género literario que meses atrás ya tratamos, comentando el libro sobre “Orgullo y prejuicio zombie” de gran éxito editorial en Estados Unidos entre la adolescencia. Y en esta ocasión Estefanía nos hace mención sobre un cuento de Miguel Esquirol (La Paz-Bolivia, 1980), ganador del primer premio de un concurso internacional promovido por BoingBoing en Internet, en el que se pedía escribir obras conocidas de la literatura a otro estilo. Para lo que él tomó a García Márquez y sus 100 años de soledad, trasladándola a la Ciencia ficción. Aquí tenéis el texto completo extraído del propio blog del escritor:

Una pequeña noticia que me llega hoy por correo electrónico. Resulta que salí ganador de un concurso lanzado por Boingboing que consistía en reescribir una pieza de ficción en un estilo diferente al original. Mi elección era sencilla, pero resultó efectiva. Qué pasaría si "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez fuera una novela de ciencia ficción. Sorprendentemente no habría demasiada diferencia, pero si suficiente para leer al libro con otros ojos. A continuación la versión en inglés que ganó el concurso (seguida por la versión en español).
Many years later, as he faced the firing squad, Colonel Aureliano Buendía was to remember that distant afternoon when his father took him to Europa, Jupiter's moon, to discover ice. At that time Macondo was a small planet of twenty low impact aluminum houses, built on the bank of a dry canal full of stones polished by an ancient ocean that now lie white and enormous, like prehistoric eggs. This planet was so recent, terraformed only a couple years ago, that many things lacked names, and in order to indicate them it was necessary to point. Every year during the month of March a family of ragged aliens would set up their tents near the village, and with a great uproar of pipes and kettledrums, that was how their language sounded to us, they would display new inventions, older than the ages for them, but new and wonderful for us. First they brought the magnet. A heavy alien with an untamed hair, two heads, and sparrow hands, who introduced himself as Melquíades, put on a bold public demonstration of what he himself called the eighth wonder of the learned alchemists of their home planet, unknown to humans and far beyond betelgeuse. He went from house to house dragging two metal ingots and everybody was amazed to see pots, pans, tongs, and braziers tumble down from their places and beams creak from the desperation of nails and screws trying to emerge, and even objects that had been lost for a long time appeared from where they had been searched for most and went dragging along in turbulent confusion behind Melquíades' magical irons. "Things have a life of their own," the alien proclaimed with a harsh accent. "It's simply a matter of waking up their souls." José Arcadio Buendía, whose unbridled imagination always went beyond the genius of nature and even beyond miracles and magic, thought that it would be possible to make use of that useless invention to extract mineral from the bowels of this new land, valuable for the federeation, and according to him unknown back at earth. Melquíades, who was an honest being, warned him: "It won't work for that." But José Arcadio Buendía at that time did not believe in the honesty of aliens, so he traded his mule and a pair of goats, for the two magnetized ingots. Úrsula Iguarán, his wife, who knew that those animals where given to us for the colonization of the planet, was unable to dissuade him. "Very soon we'll have minerals enough to move to a city in the central planets," her husband replied. For several months he worked hard to demonstrate the truth of his idea. He explored every inch of the region, even the dry canals, dragging the two iron ingots along and reciting Melquíades' incantation aloud. The only thing he succeeded in doing was to unearth a suit of armor from an ancient race with several arms, which had all of its pieces soldered together with rust and inside of which there was the hollow resonance of an enormous stone-filled gourd. When José Arcadio Buendía and the four men of his expedition managed to take the armor apart, they found inside a calcified alien skeleton, strange and astonishing, with a copper locket containing a human woman's hair around its neck.

Ahora la versión en castellano:

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a Europa, una de las lunas de Júpiter, a conocer el hielo. Macondo era entonces un planeta de veinte casas de aluminio de bajo impacto construidas a la orilla de un canal seco con piedras pulidas por un antiguo océano, blancas y enormes como huevos prehistóricos. Este planeta era tan reciente, terraformado recién un par de años atrás, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de extraterrestres desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales, que era como su idioma sonaba, daban a conocer los nuevos inventos, más antiguos que las eras para ellos. Primero llevaron el imán. Un extraterrestre corpulento, de barba montaraz, dos cabezas y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios de su planeta madre, desconocido para los humanos y más allá de Beetelgeuse. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. «Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el extraterrestre con áspero acento-, todo es cuestión de despertarles el ánima.» José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos que el ingenio de la naturaleza, y aun más allá del milagro y la magia, pensó que era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar un mineral de las entrañas de este planeta, valioso para la Federación, y de acuerdo con él, desconocido en la tierra. Melquíades, que era un ser honrado, le previno: «Para eso no sirve.» Pero José Arcadio Buendía no creía en aquel tiempo en la honradez de los extraterrestres, así que cambió su mulo y una partida de chivos por los dos lingotes imantados. Úrsula Iguarán, su mujer, que sabía que aquellos les habían sido dados para la colonización del planeta, no consiguió disuadirlo. «Muy pronto ha de sobrarnos mineral para mudarnos a vivir a uno de los planetas centrales», replicó su marido. Durante varios meses se empeñó en demostrar el acierto de sus conjeturas. Exploró palmo a palmo la región, inclusive los canales secos, arrastrando los dos lingotes de hierro y recitando en voz alta el conjuro de Melquíades. Lo único que logró desenterrar fue una armadura de una raza antigua con varios brazos, con todas sus partes soldadas por un cascote de óxido, cuyo interior tenía la resonancia hueca de un enorme calabazo lleno de piedras. Cuando José Arcadio Buendía y los cuatro hombres de su expedición lograron desarticular la armadura, encontraron dentro el esqueleto calcificado de un extraterrestre que llevaba colgado en el cuello un relicario de cobre con un rizo de mujer humana.

19. Se comenta sobre el fallecimiento del escritor estadounidense J. D. Salinger y se recomienda la lectura de su cuento titulado “El corazón de una historia quebrada.
http://es.wikipedia.org/wiki/J._D._Salinger - http://cuentossalinger.wordpress.com/2007/05/02/el-corazon-de-una-historia-quebrada/

Para finalizar se da las gracias a todos los asistentes y se recuerda que el próximo club de los viernes de Argot se celebrará el próximo 26 de febrero a las 6:00 de la tarde.
Se colgará este acta en el blog http://libreriaargot.blogspot.com/ junto con vuestros comentarios y modificaciones al respecto.

2 comentarios:

SaxPhone dijo...

Hola,

Busco un escritor "contador de historias" joven y entusiasta, que acepte retos y le dé un toque diferente a unas memorias/biografía que me gustaría que se escribiera de un anciano muy lúcido de 97 años con mucho vivido y contado...es mi abuelo y como digo tiene plenas facultades mentales, aunque sea difícil de creer...es una persona que nació en 1910 y ha luchado en una guerra cruel y ha vivido acontecimientos que le superan...cuando era pequeño no tenía teléfono ni agua corriente ni electricidad...cuando vé un móvil no sabe ni qué pensar...

Es un reto apasionante, lo puedo asegurar...para ponerse en contacto conmigo, mail a ximoas@yahoo.es

Saludos y mucho gusto en conoceros y leeros...

Ximo

www.ximoas.blogspot.com

SaxPhone dijo...

¿porqué no se acepta mi comentario? debería dirigirme a otro apartado de vuestro blog? he escrito al mail principal también y no he tenido respuesta...no sé...

ximoas

El complot de las damas muertas Crispin, Jessa

  Al cumplir los treinta, Jessa Crispin tomó una decisión drástica que ha marcado su vida desde entonces: cargaría solo con un par de maleta...